Me enseñaste que
podía ser más fuerte de lo que jamás
habría podido imaginar.
Aprendí que así
como podía sentir de repente que caía caer en un pozo profundo sin fin, también
podía recuperarme y reinventarme. Y que me podía dar un tiempo para llorar y
estar triste, pero que si vos estabas conmigo, toda esa pena se desvanece
porque vos con tu alegría y tu sonrisa, me haces dar cuenta de que no tengo de
que preocuparme.
Me enseñaste sobre
la entrega incondicional, porque me
enseñaste a dar, sin pedir nada a cambio. Y solo para poder entrar en tu mundo,
fuera lo que fuera que estuvieses haciendo, para mostrarte que quería estar con vos y que lo
disfrutaba. Y así, si dabas vueltas, lo hacíamos juntos, y si alineabas
revistas te ayude a hacerlo. Solo para estar con vos y mostrarte que estar
juntos era lo mejor que nos podía pasar.
Me enseñaste sobre
la atención, a estar muy despierta,
a no perderme nada, a mirar muy bien que cosas te interesaban para poder
usarlas a nuestro favor. Y encontramos tantos pretextos para compartir! Mickey,
Pooh y tantas otras cosas que nos acercaron cada vez más. Me metí de lleno en
todos tus intereses, busque y busque momentos y formas y lo logramos… cada día
estuvimos más cerca y compartiendo más y más. Y cada día dimos menos vueltas y
dejamos de alinear para jugar más juntos. Y que bien lo pasamos!
Me enseñaste a ser
más creativa, para poder captar tu
atención, a divertirme y volver a jugar como un niño. Pero de verdad, porque
cuando jugamos juntos, no solo vos lo pasas bien, sino también yo. Soy feliz
cuando jugamos juntos, y me divierto tanto como vos. Y eso es lo que marca la
diferencia, porque vos sabes que los dos lo pasamos de maravillas.
Me enseñaste a disfrutar
de cada pequeño detalle. A estar pendiente de la cosa más chiquita que me
llena de emoción y de alegría. Y me enseñaste a ser más agradecida, a dar las gracias por cada cosa nueva que me
regalas. Por cada nuevo avance, por cada nuevo logro. A mirar de nuevo, con vos
aprendí a mirar todo diferente. Ahora veo solo lo importante, mi cristal de la
vida cambió.
Y por supuesto
que me enseñaste a disfrutarte, solo
disfrutarte sin pensar nada más. A vivir cada momento con intensidad, con
alegría.
A trabajar duro
pero también a relajarnos y dejar las cosas fluir.
A encontrar
momentos para no hacer nada y otros para poner manos a la obra.
A ser tolerante, a confiar siempre en vos. Porque
vos sos quien marca el camino. Vos sos quien sabe hacia dónde tenemos que
ir y yo te sigo.
Nunca hubiese
podido imaginar que un ser tan chiquito podía llenarme tanto de amor y
felicidad.
Me enseñaste a manejar mi ansiedad y a confiar. A
esperar y saber que vos siempre me vas a
sorprender para bien. Yo confío en vos, siempre voy a confiar. Y siempre voy a
ayudarte a que puedas lograr lo que quieras. Quizás tenemos algunas piedras más
en el camino, pero te aseguro que voy a levantarlas todas, una por una, para
que te sea más fácil seguir adelante.
Y eso también me
lo enseñaste vos, a ser muy persistente,
y a no rendirme jamás! A veces creo que mi perseverancia no tiene límites, y sé
que antes de vos yo no era así.
Me enseñaste también
la importancia de estar informada. A buscar la forma de ayudarte entendiendo lo que te pasa. Y contando con la ventaja de
la información todo es más sencillo.
Nuestra vida no
es tan tradicional como otras, pero no por eso es menos bella.
Tu sonrisa es mi
motor cada mañana. Tus abrazos, tus
besos, son lo mejor que tengo en la vida.... y pensar cuanto llore cuando
escuche la palabra "autismo" pensando que algún día podría perderlos.
Lo unico que quería saber es si las cosas podían ir hacia atras, si iba a perder lo que ya tenía. Tus abrazos, tus besos y tus sonrisas, era lo que más me aterraba perder. No
podría vivir sin ellos. Son el motor de mi vida.
Pero no fue así,
nunca los perdí siempre tuve más y más. Siempre para adelante, siempre
sorprendiendo a quienes te rodean.
Sos un angel en nuestras vidas.
Sos un angel en nuestras vidas.
Mostrando que con
pocas palabras podes decir mucho más que otras personas que tanto hablan. Y con
tus pocas palabras nos das cada lección! sos tan perceptivo. No dejo de
sorprenderme de las lecciones que me das día a día. Creo que no pasa un día sin
que aprenda algo nuevo de vos.
Solo hay que
estar atento para no perderse nada. Y yo no quiero perderme nada de todo lo que
tenes para enseñarnos, porque sos mi mejor maestro, y seguiré aprendiendo de vos cada día.
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