martes, 13 de noviembre de 2012

Hablar con otros papás en situaciones similares



Por mas que tengamos nuestros amigos de siempre con quien es muy valioso y sano seguir compartiendo nuestras experiencias, es muy bueno también poder hablar con papás de nenes en situaciones similares a las nuestras.

Hay algunas cuestiones, algunos sentimientos que si nosotros compartimos con otro papá o mamá especial enseguida nos daremos cuenta de que no hay mucho que explicar, que con solo unos minutos de charla podemos entendernos realmente. Podemos expresarnos con total claridad y podemos compartir muchos sentimientos.

Es difícil de explicar pero es algo así como una comunión,y esto es porque la vida de los papás especiales esta tan llena de cosas diferentes al resto, que es difícil, por mas buena voluntad que tenga el otro de ponerse en nuestros zapatos que lo logre si realmente no lo vive.

Hay mucho del día a día, de los tratamientos, de la obra social, del colegio, de la integración, de las terapias alternativas, pero también mucho que ver con sentimientos muy puntuales, como que hacer ante tal o cual situación, como uno se siente a veces en determinados momentos, como una mirada ajena, un berrinche, un acto escolar, una salida al super, pueden ser situaciones especiales para nosotros. Como a veces la frustración quiere ganar la batalla, como nos alegramos y compartimos el mas mínimo detalle del logro de nuestro hijo que quizás para otros podría pasar inadvertido.

Como intentamos desdramatizar a través del humor a veces situaciones muy complicadas.

A veces, apenas nos conocemos, nos encontramos hablando con alguien con la confianza de toda una vida. Y es que hay sentimientos que si no se viven son difíciles de compartir y de explicar. Y cuando uno encuentra alguien pasando por algo similar, siente que al fin hablan el mismo idioma. Que al fin puede expresarse con total libertad.

Me he encontrado, en la puerta del jardín, hablando con un papá en la calle, durante 15 minutos sobre nuestros hijos y nuestros sentimientos, con total apertura como si nos conociéramos de siempre, porque  hay cosas que no hace falta explicar, el otro las sabe, la vive.

Lo mismo en algunas de las terapias que acompaño a Lauti, mientras lo espero afuera, con alguna mamá.
Si me río cuando otra mamá me cuena situaciones vividas con su nena, ella sabe que no me río de ella sino con ella, y me rio para desdramatizar, me rio porque me siento identificada en esa situacion y porque se que en lo rídiculo que a veces nos toca vivir,  si no nos reimos de nosotros mismos, no podríamos seguir adelante con buen humor.
Y eso es algo que solo otro papa especial puede saber y sentir. Es como si escuchar a otro papa fuera escucharse a  uno mismo y lo que a uno le pasa tantas veces.

Y puedo de la misma manera emocionarme con el avance de su hija o hijo como si se tratara del mío porque se lo que ese logro signfica para ellos, y del esfuerzo y las frusraciones previas que tuvieron antes de lograrlo.

Si Santi dejo los pañales, si Rocío pasó de salita en su escuela, si Lara empezo a decir alguna palabra, es para mi una emoción tan linda y tan grande como cuando Lauti sigue dando sus pasos en la vida.

Por eso digo que es bueno hablar con otros papas en similares situaciones, son ratitos que hacen bien, que nos conectan con otras personas y con lo que viven, su manera de vivirlo y de llevarlo y es muy saludable.



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